sábado, 1 de noviembre de 2008

ALGUIEN QUE LOS CONOCIÓ

Lo tenían todo y no lo sabían.

Imagina que estás nuevamente en el 2006, que desprevenidamente (¿cómo saberlo en ese momento?) ibas por un boulevard y entraste en aquel teatro. Sólo ibas a pasar el rato. Me pasó a mí. Recuerdo lo que sentí, también lo que me contaron otros, las frases que se repitieron, las miradas que se lanzaron extraviadas que se lanzaron a la nada, el gesto de insatisfacción personal. Recordemos a cualquiera:

“Pero ¿qué pasa? Quiero que alguien me explique esto que siento, que alguien me diga qué tiene esta película que no puedo apartarla de mi mente, que la tengo presente a cada instante. Era una película, tan sólo una película, ¡y sobre hombres! Entonces, ¿por qué me lleva a tantas reflexiones? ¿Por qué necesito mirar dentro de mí? ¿Por qué quiero cuestionar lo que es y lo que un día se prometía ser? No quiero pensar en ella porque me hace sufrir, pero tampoco deseo evitarlo. Algo está mal, ahora lo sé. Antes de entrar a ese teatro me sentía bien, era feliz, la vida era plácida, tranquila, jamás me cuestioné, nunca supuse que algo no estuviera bien. Tengo treinta y cinco años, he hecho mi vida, tengo mi lugar, el respeto y admiración de otros, una relación que no molesta y que brinda momentos gratificantes… pero ahora todo se me antoja falso, un espejismo de vida.

“Jack… Ennis, lo siento tanto, por todo lo que no vivieron, por todo aquello de lo que careció sus vidas… y sin embargo se tuvieron el uno al otro. En la mirada entregada de uno estaba el amor más grande, en los silencios atormentados del otro, la pasión más fuerte. Al conocer su historia me pregunto si alguna vez he querido así, sí he amado con todo mi ser. ¿Me he entregado alguna vez, he pensado en dejarlo todo, aún lo que soy, por otra persona? Creo que no, no lo he sentido por nadie, incluida la persona que ahora comparte mi casa.

“Pero ¿es posible? Me detengo y me cuestiono, ¿no he amado a alguien, a quien sea? ¿Realmente he sentido algo por alguien? ¿Acaso eso provoca este malestar, este dolor que no puedo ubicar o definir, estas ganas de sentarme y dejarme llevar por la melancolía? ¿Acaso el amor es simplemente un cuento, un mito, algo que se inventa en historias como la tuya, Jack, que nada podía menguarlo, destruirlo o acallarlo? Pero si es simplemente una ilusión del corazón, ¿por qué lo buscamos, por qué lo extrañamos, por qué nos hace sufrir cuando no lo tenemos? Quiero ir al teatro nuevamente pero me da miedo, las noches ahora son largas cuando despierto y aparto su brazo de mí, y me levanto porque no soporto seguir en la cama, el peso de mi malestar me ahoga y debo moverme.

“Es tan sólo una película; Ennis y Jack no existen; su amor nunca fue… pero no logro convencerme, y mientras salgo de mi casa rumbo al trabajo donde se me felicita por lo bien que lo hago y lo mejor que me va, me hago mil promesas de enmienda, me juro que hoy será distinto. Que yo seré distinto. Todo parece empujarme, el sol que brilla, la gente que parece sonreír, aún la radio donde se oye aquello de “Hoy salgo a buscar el amor”; ojalá pueda perseverar y lo logre. No quiero otro día de soledad en medio de la gente, no quiero seguir con ese pesar mientras estoy riendo, no quiero ver pasar las horas de la noche sintiendo vacío e infelicidad mientras duermes a mi lado”.

Julio César.

NOTA: Por un tiempo dejaré de escribir, espero que sea poco ya que me agrada mucho hacerlo, pero pasamos por momentos más urgente. El día 23 ya se nos viene encima y hay otros asuntos de qué ocuparse en esta tierra de Bolívar. Aquí, mientras dejo estas líneas, intento pelear con la depresión y el pesimismo, pero cuesta. Ojalá nos vaya bien. En fin, ya nos leeremos. Un fraterno saludo a todos desde Caracas.

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