miércoles, 22 de octubre de 2008

OBLIGACIÓN DEL MAESTRO

-No me importa lo que diga, Gutiérrez. –tronó.- Debo chequear antes de llamar a sus papás; enséñeme dónde termina el tatuaje.

-Está bien, pero si se la enseño puede haber problemas; esa espada es más peligrosa en la punta, profe. –advierte el chico.

Julio César

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