miércoles, 8 de octubre de 2008

CUANDO SE PODÍA JUGAR CON…

-Es cierto, ¿está bien?

Hace tiempo me enviaron por correo una dirección Web, de un portal donde se discutía en foro (discutir es un decir, qué coincidencia de criterios) sobre Brokeback Mountain, los personajes, la trama, Jake, Heath, las locaciones y el detrás de cámara. Dos cosas me sorprendieron, una que eran muchas las mujeres que participaban, hablando de todo lo que las conmovió la historia y sus personajes. Habían quedado fascinadas con Jack y Ennis, y por transferencia (o lo merecen, para mí es difícil decidirlo) de Jake Gyllenhaal y Heath Ledger. De hecho portales e historias sobre ellos (Jack y Ennis) son escritos por féminas a quienes tocó la magia de la montaña. Cada quién sabrá qué parte del secreto fue.

Lo otro que me encantó, y maravilló, eran las composiciones fotográficas que se hacían. Hay unas donde Jake y Heath se miraban con amor, en otras se besaban. E inventaron otras; hay una donde Ennis encara al hombre barbudo con el que se supone Jack iría finalmente a instalarse en la vieja casa de sus padres. Así mismo una donde aparece Jack tirado en el suelo, muerto, y abajo aparece un Ennis que llora desconsoladamente. Poco a poco las iré mostrando todas, almacené muchas y no quiero dejar de publicarlas. De no haberse ido Heath Ledger como lo hizo, la de cuentos que habría inventado. En fin, imaginemos que sí, que existía esa intimidad, ese asunto inconcluso todavía que los hacía buscarse y ser amigos, como buscamos a personas que se cruzan en nuestro camino sin entender claramente por qué, y como ocurren tantas otras cosas en este mundo.

Julio César.

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