
-¿Sí? Bueno, si quieres ve yéndote y yo le digo.
-Ay, sí, gracias hermanito. Díselo poco a poco, bríndale una cerveza. –gimotea ella, besándolo y escapando sin que Sebastián lo note hasta que va lejos.
-¡Oye, ¿y tu hermana?!
-Fue a comprar algo; me dijo que la esperáramos en la piscina, y que recuerdes que le debes cumplir un reto, no sé a qué se refería. –informa sonriendo de la manera más inocente, pesando que al muchacho seguro le haría falta que le aplicaran algo de protector solar.
Julio César.
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