Sol, arena, agua… y un joven amiguito atento y divertido, ¿qué más puede pedir para pasarla bien este amigo? La vida loca que debe llevar, ¿verdad? No nos sorprendería que, riente, terminara ayudando al otro con su problema, metiéndole los pulgares y sacándole el calzón… en algún momento.
Julio César.
Julio César.
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