jueves, 12 de febrero de 2009

FELIZ AÑO 2009

Recordándolos en mi soledad…

Ha pasado tiempo desde la última vez, ¿cierto? Será como dicen, la última vez, fue precisamente la última vez. Comienzo deseándoles una feliz navidad a todos, un feliz año (tenía una bonita foto para este día, que hablaba de la película que tanto me gusta y de ese sentimiento que a veces se apodera de todos, la nostalgia, la tristeza, pero también la belleza… Quedará para otra vez) y felices reyes.

Un problema con el computador, que resultó ser el modem del Internet, me apartó en primer lugar, luego un viaje, después una falla técnica de mi proveedores de Internet (CANTV) que me obligó a mandarlos a lavarse el paltó, pero la otra alternativa, MOVISTAR, no resultó mucho mejor. Han sucedido muchas cosas, y les confieso que las navidades no son mi época preferida. Así como en todos los seriales de televisión todo el mundo parece tener problemas con sus padres (¡qué gente!), yo lo tengo con estas fechas. No me gusta el fin de año, ni el balance que obliga a hacer, aún el de las personas a las que continuamos viendo o no. Sufrí la pérdida de un amigo, pero… eso lo contaré después. Igualmente sufrí una fea caída que me mantuvo con una pierna inmovilizada, la cosa más fastidiosa del mundo, y ahora llega Chávez otra vez…

Sí, el país se prepara para afrontar otro proceso electoral, más circo, nada de pan. Pensar en el tiempo, recursos y personal que se malgasta en los caprichos de una mentalidad enferma (que se encadena por radio y televisión desde las dos y media de la tarde hasta las diez y cuarenta de la noche para dar su balance y cuenta de un año) en lugar de resolver problemas reales, es descorazonador. Pero no es únicamente Venezuela, han sucedido tantas cosas terribles en estos días, guerras, violencia, condenas, la inoperancia de los grandes organismos internacionales para dar respuestas no sólo a una crisis financiera mundial, sino para enfrentar a dictadorcitos mediocres como Mugabe o detener una guerra en Gaza, ya no entristece sino que produce depresión, arrechera. Todo es tan fútil.

Pero me gusta escribir, soy de los necios que cree que tiene algo que decir y que puede resultar interesante; como verán, en eso me parezco a Chávez, y tal vez a todo el mundo, pero por lo menos no pretendo que sea yo escuchado a juro, ni creo tener todas las respuestas. Lo que sí aclaro desde ahora es que ando molesto, y deprimido, por lo tanto seré más directo, claro y… malo en mis apreciaciones. Quedan advertidos. El espacio es mío, lo utilizaré a discreción, sin dejar que algo que suene mal, desagradable o poco popular, me detenga.

Únicamente dos cosas me alegraron cuando entré a revisar mis correos, una amiga, Marga, la gitana rubia en España, ha iniciado un nuevo espacio, un blog ameno y profundo, parece simple, pero lleva mensaje: ....Vamos haciendo... que no es poco. Y me gusta el homenaje que hizo en una entrada llamada REGALO, tal vez sin reparar en ellos, a una persona que ya no está, mostrando una hermosa fotografía. Fuera de sus lindas palabras a su ‘amigo’, ya quisiera yo tener esa facha. Lo otro fue un mensaje simple de alguien que ya me ha escrito, Apolo se hace llamar, “escribe pronto”. Fue todo lo que dijo, pero me cayó bien, me hizo saber que había quien deseaba que continuara el espacio. También fue grato que los Tigres de Aragua, los Tigres de Venezuela, ganaran la serie del Caribe. Y lo mejor fue la eliminación de los Leones del Caracas (ja ja ja).

Veremos a dónde nos lleva la marea; me gustaría creer que de alguna manera, al final, todo bien, pero…

Julio César.

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