viernes, 20 de febrero de 2009

HORRORES NUEVOS… VIEJAS PESADILLAS…

Hace años quedé desconcertado y sorprendido cuando oí de los horrores que acompañaban la disolución de Yugoslavia. La violencia en forma de limpieza étnica. No entendía cómo algo así podía ocurrir. Luego supe que esa ‘política’ de guerra, matar a hombres y niños, violar y preñar mujeres y niñas para que la nueva población sea propia, era harto conocida. Desde las invasiones bárbaras el mundo lo conocía en esa región geográfica. Pasan los años, los siglos, y seguimos exactamente igual. Nos gusta creer que estamos en un mundo civilizado, en otra era, que eso ya no ocurre… pero recuerden que Milosevic, con los horrores del mundo eslavo contra los eslavos ‘distintos’, murió hace muy poco, que sus crímenes son resientes.

Gaza y Tel Avit continúan su guerra. La historia es vieja. Todos la conocemos. Estamos en otra era, pero la realidad es exactamente la misma, en lugar de hablar, razonar, en lugar de soñar con un mundo distinto, uno donde se pueda convivir y prosperar cada quien según le vaya saliendo, es más fácil sacar garras y colmillos, y clavarlos en las carnes de otro. Imagino que hay hombres y mujeres, de ambos lados, que quieren comer, dormir, pasear una tarde de brisa, ver correr a sus niños jugando, acostarse sabiendo, que dura y todo como es la vida, mañana será otro día para vivirla, que esperan la paz; pero los intolerantes, los señores del odio, de parte y parte, sólo sueñan con muertes y cadáveres. Su gloria está allí. Siempre ha sido más fácil matar y destruir que trabajar, perseverar y construir. Es una realidad.

A veces, cuando escucho programas sobre computación y tecnología, aún de medicina y ciencias, no puedo evitar una sonrisa de amargura. ¡Qué ingenuos! Casi me dan pena; se parecen al niño que, tomando un bate en sus manos, imagina que con tan sólo desearlo será un astro. Claro, él tiene derecho a soñarlo así, como algo fácil y seguro, como una realidad, ¡es un niño! Lo extraño es oír a esos que proclaman, sonrisa en rostro, que el mundo dejó atrás la horda. Piensan vivir en un mundo que no es este mundo. Todavía se recogen escombros en Gaza, pero de haber unas elecciones mañana, Hamas volvería a ganar, es el deseo de muchos palestinos, no importa que nada se construya mientras maten al sionista; y los israelitas, como defensa, únicamente continuaran su política de “muerto el perro, se acabó la rabia”. Es el mundo que nos tocó… pero es fácil entenderlo, la historia tiene siglos repitiéndose.

Julio César.

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