lunes, 9 de junio de 2008

ÉPALE…

Filosofando sobre nada en especial…

Hola, ¿qué tal? Aunque llevo muy poco tiempo escribiendo aquí, ha sido este un tiempo prolífero en entradas, aunque tal vez no en calidad (como en mi trabajo), como dicen. He escrito bastante. Mucho de algunas cosas como no se cansan de decirme quienes me conocen y únicamente me envían correos para quejarse de la parte más… seria del blog. Mucha política, dicen. ¿Y cómo no hacerlo? No se los he dicho pero soy bastante militante, y ahora debo marchar otra vez. Por culpa del Gobierno debo movilizarme. Ahora quieren imponer la llamada ley GESTAPO o la ley SAPO. El Gobierno sostiene que no hay nada malo en que una persona sea detenida sin una orden judicial, sin que esté un fiscal presente, sin mediar un motivo como no sea una sospecha o denuncia de que se está hablando ‘algo inconveniente a la seguridad’, o que una vivienda pueda ser allanada sin ningún otro formulismo como no sea una patada en la puerta, o las personas incomunicadas sin derecho a un abogado, o sin saber de qué se les acusa, y pendiente siempre de las pruebas que puedan aparecer después. Ni nada reprobable hay en una ley, calcada de los comandos de defensa de la revolución cubana, que obliga a los maestros a interrogar a los muchachos en las escuelas sobre qué hacen, dicen o piensan sus padres, o que estos interroguen sobre los maestros, amiguitos o las familias de los mismos. Dicen que lo usarán para bien. Pero muchos no les creemos y debemos movilizarnos una vez más. Esperamos que España, Chile y la OEA esta vez no los apoyen, de Brasil y Argentina no se espera mucho a este respecto, poderoso amigo es don dinero, y no todos tienen la flema británica.

Bueno, son problemas de nosotros, y de aquellos que deseen un régimen igual para ellos. Hablar sobre estas cosas fue uno de los tres objetivos que tuve en mente cuando comencé. Hablar mal, bien mal, de esta gente que nos desgobierna. Lo otro era saber si mis escritos podían parecer interesante, y hablar sobre Brokeback Mountain. He escrito mucho, pero todavía no sé si esto es de interés para alguien. De relatos de Brokeback recibí, en mi otro blog, una bonita y sentida reseña, un comentario intenso, donde se identificaba el autor (un amigo argentino, como le gusta la cinta es un amigo) con mucho de lo que sentía yo, el primero que recibí de cuatro en casi un año, eso me sostuvo en la tarea de escribir durante mucho tiempo.

¡Tiempo! A veces no se tiene. O no hay ánimos. Durante este tiempo he abarcado algunos caminos en este blog que no han prosperado. Hay cosas en las que me repetí, errorcitos que deben corregirse. En otro espacio, no en este, inicié algunos trabajos de historias propias (que no personales) como LUCHAS INTERNAS, RELATOS CONEXOS, ENCUENTRO EN EL INFINITO, y DIOSES Y DEMONIOS. No sabía cuando comencé que daría tanto trabajo llevarlas al mismo tiempo, es por ello que ENCUENTRO Y DIOSES, las paré por el momento… pero creo que nadie lo notó allí. Y es tan deprimente. Ahora quiero presentar y desarrollar aquí uno de esos trabajos, TRINITARIAS, aunque he andado algo errático en su publicación, aunque… no creo que muchas personas lean estas cosas, así que tampoco hay daño.

Bueno, mientras se me ocurra algo que escribir sobre Ennis y Jack, o encuentre algo hermoso escrito sobre ellos, seguiré aquí. Imagino que llegará el momento en que me fastidie, o ya no deseé abrir más esta entrada, ese día terminará todo. Últimamente he estado pensando en el último cuento, algo de realismo mágico, como las entradas que coloqué como Oz, o uno escrito por otro. Tengo uno en mente. Una belleza. Con él terminaré, en su momento. Ahora me gustaría expresar mi gratitud a este grupo Blogger.com, qué fácil es accesar un texto o subir una imagen, sin importar su tamaño; publicar una entrada es igualmente sencillo. No queda mejor mi plantilla porque no soy muy bueno con estos periquitos tecnológicos. Todo el que desee decir algo, debería utilizar este grupo e iniciar su propio blog. Todo el mundo tiene algo que decir, y siempre habrá al menos una persona que desee leerlo. Si lo hacen me avisan. Chao…

Julio César.

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