jueves, 26 de marzo de 2009

ENNIS ESTÁ EN RIVERTON

Me encantan los relatos encontrados en los blogs sobre Brokeback Mountain, no esos que describen la película y su calidad técnica, o falta de esta. Sino esos que hablan de los personajes, de lo que significaron para ellos. Hay personas tan imaginativas, pero sobretodo tan sensibles, que uno se sorprende. La gente normal en su diario vivir no suele hablar de esas cosas, de esos sentimientos, de esas vainas que a veces no sólo te hieren la vista sino adentro, algo que uno tiene que llamar el alma. Un niño pequeño que llora en una calle porque no sabe donde está la mamá; un hermano que sufre porque la mujer lo dejó y aunque se gritaron y la mandó para el carajo, en cuanto ella sale se derrumba y llora (¡con lo feo que es ver llorar a un hombre!), son cosas que pegan.

Hace tiempo un conocido, no un amigo, amigo soy de la esposa, me contó que en su trabajo, un hospital, vio a un hombre cuarentón, un portugués, con metástasis de encéfalo (cáncer en la cabeza), que iba con aire extraviado a cada uno de los diez días del tratamiento. Él sostiene que la gente con ese mal se vuelve como más inocente, más joven, con un algo de perdidos en la mirada que a veces da sentimiento; pero que a él lo que le conmovía era que el hombre llegaba de la mano de la mamá que lo acompañaba porque se desorientaba y mareaba y no podía salir solo a la calle. Y la mamá era una de esas portuguesas viejas, gordita y malencarada, pero que iba allí, caminando lento, llevando al hijo de la mano como tal vez lo llevó casi cuarenta años atrás mientras aprendía a caminar por sí mismo en esta vida. Al parecer la esposa lo había abandonado al ir empeorando y los hijos estaban lejos, como muchos que decidieron irse del país antes de enfrentar el horror a la cubana que se nos viene encima.

Ese hombre, después de cuarenta años, de casarse, tener hijos y hacer toda una vida, volvía a ser un niño pequeño, alguien débil e indefenso, y su mamá tenía que llevarlo otra vez de la mano por este mundo. Eso le enterneció, a mi conocido quiero decir, y es de lo que hablo ahora. Hay situaciones y escenas que te dejan alegre por días, sonriendo sin saber por qué, o te entristecen de forma terrible. Algo que hizo ambas, alegrar y entristecer, fue Brokeback Mountain, y la gente en esos blogs se dedicaban a eso, a llenar esos huecos dolorosos entre escenas que todos necesitábamos explicarnos, darle sentido para poder continuar. Y ahora quiero reproducirles uno de esos cuentos que ojeé, pero interpretado por mí. No recuerdo el nombre del blog, porque cuando lo leí y saqué copias, jamás imaginé verme un día escribiendo estas cosas y no tomé notas de quiénes eran. La historia es buenísima, y si alguien la reconoce, que nos lo diga. Y si llegamos a saber quién es, y alguien lee esto, le recomiendo que entre en esas páginas. Son maravillosas en verdad.

LAVANDERÍA EN RIVERTON
¿Cómo pude vivir cuatro años de mi vida sin tenerte así?

Han pasado ya cuatro años desde la última vez que te vi, cuando la mirada se me empañó de dolor al verte caminar tras mi camioneta, altivo, con tu mirada baja, enjuto y resuelto, como si todo hubiera terminado en realidad, como si aquello no hubiera sido la cosa más importante que había pasado por tu vida, como sentí había sido en la mía. Porque en la mía sí lo fue, vaquero, y por eso me dolía mientras me alejaba de ti. Han sido cuatro largos y dolorosos años que he tenido que llenar con los recuerdos de tu sonrisa grave, de tu mirada oscura, de tu cabello claro como el sol. Cuatro años de vivir de recordar olores, del deseo de volver a estar junto a ti, de estar en tus brazos y tú allí, rodeándome con fuerza, y yo engañándome, diciéndome que siempre sería así, que siempre estaría a tu lado y que tú me amarías toda la vida.

Recorro millas y millas, y mi mirada se centra en un sólo punto de esta carretera algo desolada y agreste: el horizonte donde tú vives. He tenido que preguntar mucho, que buscar en todas partes para saber de ti, para ubicarte, y me ha llevado muy poco tiempo reunir el valor para correr a tu lado. Todo comenzó con mi regreso a la montaña, cuando Aguirre me echó, pero ahí pude pescar un poco de tu rastro. Ahora siento temor, me pregunto si continuarás siendo el mismo Ennis del Mar que conocí y a quien entregué mi corazón, mi vida y mi amor. ¿Has pensado en mí alguna vez, Ennis? ¿Me has recordado con cariño o he sido un pensamiento odioso y terrible que has preferido enterrar? No, no lo creo. Me invitaste a visitarte. También tú debes haber llenado los vacíos de tu vida con el recuerdo de nuestra pasión, con esa necesidad que yo tenía de ti, y la que hacía que me buscaras, que ocultaras tu rostro en mi cuello olisqueándome antes de tomarme con tu ardor. ¿Te parece a ti que el tiempo ha transcurrido lentamente, como una tortura, como me lo ha parecido a mí?

¿Cómo será tu casa? ¿Qué has hecho de tu vida? ¿Te casaste con tu novia de toda la vida, aquella que usabas como un escudo contra lo que ya sentías por mí? ¿Tienes la propiedad que deseabas, algo pequeño pero tuyo? ¿Tienes hijos, Ennis del Mar, a quienes amarás con locura? ¿Cuándo te mire a los ojos seguiré viendo en ellos lo que esa segunda noche descubrí, que me necesitabas y querías tanto como yo a ti? Perdóname, Dios, pero quiero que sea así, quiero ver en su mirada lo que me mostró hace cuatro años atrás. Por favor, Señor, deja que lo vea antes de condenarme. Piso el acelerador al tope, quiero llegar y sorprenderte, caer sobre ti antes de que tengas tiempo para pensar o reaccionar y apoderarme de tus labios, de tu boca fina, viril y sensual, y hundirme en ella, mientras me fundo contra tu cuerpo y me lleno la nariz con tu aroma de hombre fuerte. Quiero que sepas cuánto te amo antes de que respondas, porque no sé si tú sentirás lo mismo que yo o me alejarás de un empujón. ¿Y si me has olvidado? ¿Y si no recuerdas nada de toda esa maravillosa locura? No, Dios, no dejes que sea así, aunque sea malo pedírtelo. Me tiembla todo el cuerpo, de alegría anticipada, de nervios, de miedo… y no lo puedo remediar.

Llevo todo el día pegado al volante pero no puedo detenerme ni para comer, no me llegaría nada al estómago. Parece que no tengo estómago ni cuerpo en realidad. En estos momentos no soy nada porque llevo cuatro años sin verte. Cuando estemos frente a frente sabré sí vuelvo a la vida, si vuelvo a ser Jack Twist, el tipo hablador, alegre y optimista que todos dicen que soy, pero que ahora es sólo una máscara, una sombra de lo que fue. Veo el cartel de Riverton, y así como doy un vuelco con el vehículo, me lo da el corazón en el pecho. Mis ojos me arden al tenerlos tan abiertos, buscando tu casa, como el sediento perdido que busca el escondido oasis donde será saciado y feliz. Ahora recorro lentamente las calles por las que sueles andar, y todavía tiemblo más. ¿Ese de allá, que camina lento con los hombros caídos, eres tú, Ennis? No, le falta la altivez y belleza que sé que posees, y no sólo porque te ame.

Joder, puto Jack Twist, han transcurrido cuatro años en los que intenté no pensar más en ti, pero esperando contra toda lógica verte cada tarde a la entrada de mi casa, esperándome, diciéndome que al fin me habías encontrado. Y ahora estoy aquí, temblando de nervios como un muchacho que espera a su novia de toda la vida, a la que realmente ama y desea, con la que sueña pasar el resto de su vida. ¿Por qué tuve que amarte a ti, Jack Twist? Pero lo hice aunque nunca te lo dije, y tal vez jamás lo haga. ¿Supiste leerlo en mis ojos, en mis besos, en la forma en que necesitaba de tu cuerpo? No lo sé, no soy bueno en eso. Pero te espero, y eso me consuela en este momento frente a esta ventana desde donde vigilo el horizonte y la calle, sin parar de beber cervezas, encendiendo un cigarrillo tras otro, escuchando sin oír a Alma, incapaz de concentrarme en nada como no sea en mi espera, en mi espera de ti, Jack. La mirada me duele de forzarla buscando en la carretera, mi corazón salta cuando oigo alguna camioneta, esperando que sea la que te trae nuevamente a mi vida.

Anoche no pude dormir recordando una y otra vez un verano pasado a las puertas del Cielo cuando fui feliz por primera y única vez, aunque en ese momento no supe verlo, pero que debí intuir al mirar tus ojos enormes y bellos, llenos de luz, que me decían sin tapujos todo lo que sentías. Oh, Jack, cuántas veces no me pareció la experiencia más increíble de este mundo verme en tu azulada mirada cuando juntos alcanzábamos la gloria del clímax. Te he recordado tanto que a veces río en silencio al pensar en ti, y otras no puedo con la tristeza, y otras más sentía que hervía de ganas, de deseo, pensando en tu cuerpo joven y perfecto, tibio, siempre dispuesto para mí, para que te tocara y recorriera con pasión. Pensar en tus labios dulces, en tu aliento tibio, en el sonido de tu cuerpo todo al caminar me enloquecía lentamente. Y aún lo hace.

Joder, puto Jack Twist, no llegas y me estoy poniendo frenético, nervioso y temeroso. Quizás no hallas podido venir, y sí es así creo que gritaré y me desmoronaré porque no sé qué haré con todo esto que me quema por dentro, que me tiene de pie, caminando de un lado a otro, de la nevera con cervezas a la ventana donde espero verte aparecer de la nada, sonriéndome con cariño, con tus hermosos ojos viéndome con ese amor que siempre estaba allí. ¡Aparece ya, por Dios! Estos cuatro años no han sido vivir, sino estar. Sólo he trabajado en vainas feas y desagradables, duras y que daban poco dinero; o en llevar a las niñas al colegio, niñas que nunca hablan conmigo, aunque Alma, mi hija mayor, siempre me mira con cariño, pero yo no sé que responderle como cuando me pregunta, sorprendiéndome, por qué nunca río o por qué nunca me veo contento. No sé cómo decirle que antes si lo hacía, que antes fui feliz, porque sólo fue a tu lado, Jack. Contigo reía y hablaba, lleno de una felicidad febril. Estos han sido cuatro años de ir a misas para oír a los puritanos hablar del pecado y del castigo eterno, y a veces me he preguntado, pensando en el Crucificado, si al final sólo habrá condenación para mí. No lo sé, pero en este momento, mientras te espero, nada de eso parece tener importancia. Mañana me preocuparé por mi alma.

Han sido cuatro años viviendo sin vivir, sintiéndome vacío, como si me faltara algo, una parte valiosa e importante. Es cuando te recuerdo saltando y gritando como un tonto vaquero de comiquitas, y no puedo evitar sonreír, deseando verte. Carajo, ¿qué pasa que no terminas de llegar? No puedo estarme tranquilo, ni comer, pensando sólo en lo que sentiría si probara nuevamente tu boca, hundiéndome en ella, atrapando tu lengua cálida y vital, y mordiéndola y lamiéndola, sólo para oírte gemir como sólo tú sabes hacer, haciéndome arder de pasión al saberte tan entregado a mí. Miro mis manos que tiemblan e imagino que ya estoy frente a ti, tocándote, palpándote, convenciéndome de que realmente estás aquí, y me arden. Ya quiero tocarte, Jack, quiero tenerte a mi alcance. Por fin hoy estoy comenzando a vivir, estas ganas de hacer, de decir, de reír, de acariciar con ternura las estoy sintiendo por primera vez después de cuatro años, y la espera me está matando.

Estoy cansado, el corazón me late con fuerza, y me debilita y marea. Debo sentarme y seguir esperándote, aunque me asuste el que no vengas. Pero seguiré esperando porque dijiste que vendrías, y tú siempre me cumpliste, Jack. Si, debo sentarme y tranquilizarme porque la urgencia comienza a notárseme y no quiero que Alma piense que estoy pasando por una crisis de ansiedad. Nunca me ha visto así, nervioso, emocionado, expectante, y ya comienza mirarme con extrañeza.

Ahí está, es la lavandería Riverton. Todo me parece tan distinto, tan extraño a lo que eran nuestras vidas hace cuatro años. Pero ya estoy aquí, ahora podré verte, intentaré estar tranquilo, pero sé que los ojos se me saldrán de las órbitas intentando atraparte en ellos, para retener tu imagen nuevamente, para llevarte conmigo para siempre. ¿Me darás la mano o sólo nos saludaremos de gesto? Necesito tocarte, Ennis del Mar, necesito sentirte contra mí, sentir tu calor. Creo que estos cuatro años todos los he vivido sólo para este momento, para poder estar aquí, frente a ti, como toda mi vida antes en la vieja y destartalada casa de mi padre, donde no había nunca mucho de nada, ni siquiera afecto, fue para ir a esa montaña y conocerte, momento cuando mi vida cobró sentido. Dios, no permitas que me embargue la emoción y llore o algo así. A él no le gusta eso, pero ¿y si no puedo contenerme?

¡Si! ¡Si!, te veo, estás ahí, en esa ventana, mirándome, y creo que algo como una sonrisa quiso dibujarse en tu rostro inexpresivo. ¡Estabas esperándome! ¿Te alegras realmente de que esté aquí? ¿Te hace feliz mi llegada, Ennis?

¡Aquí estás por fin, Jack puto Twist! Tu camioneta es nueva pero reconozco tu manera de conducir, porque no la he olvidado, porque la he visto en mis recuerdos una y otra vez, cuando llegabas a mí, y cuando te alejabas dejándome tan abatido que creí que enfermaría de dolor. Carajo, como corres, pareces tener prisa. Y eso me gusta, porque me dice que quieres verme ya, que tú también has pensado en mí, que también has vivido recordándome. Te detienes al fin, no aguanto más, tengo que salir a recibirte, a verte, a convencerme de que realmente eres tú, mi Jack. ¡Has venido a mí, mi puto Jack Twist! Tengo que salir pero no a la carrera, y contenerme al verte. Y estás allí, de pie, con tu sombrero de ala ancha, con tu aire de niño adorable y grande, con tus ojos maravillosos que me miran como buscando una señal, como si temieras o dudaras de mis sentimientos en este momento y no supieras qué esperar.

-¡Hijo de puta! Jack Twist, grandísimo hijo de puta.

Bajo a tu encuentro, a mi encuentro con la alegría, con la risa, con las emociones, con la vida, y nos fundimos en un abrazo fuerte. Mi cuerpo no puede estar más pegado al tuyo, mientras te siento estremecerte y dejar escapar el aire retenido en tus pulmones, como aliviado de este recibiendo, el único que mereces, mi Jack. Estamos pecho con pecho y siento el loco cabalgar de tu corazón como tú debes sentir el mío. Mi mejilla choca de la tuya y siento el raspar de tu barba, como tú debes sentir la mía y entiendo que no cambiaría este momento de mi vida por ningún otro que pudiera venir. Percibo tu aliento cálido, ese aliento que muchas veces tomé mientras te besaba en esa montaña y siento que me muero de ganas. Mis brazos no dan más de sí, no puedo atraparte más, no puedo retenerte con la suficiente fuerza para convencerme de que ahora eres mío y nunca te irás otra vez. No lo entiendo, cabrón de mierda, ¿cómo pude vivir cuatro años tan lejos de ti, sin verte, sin sentirte así?

Pero al fin has llegado, maldito hijo de puta. Llevo todo el día pegado a esa ventana esperando este momento, pensando en mil cosas que decirte, en las mil maneras de actuar frente a este primer encuentro después de tanto tiempo, pero con tan sólo verte, al sentir la emoción embargarme, lo olvidé todo y sólo pude correr para tenerte así, atrapado en mis brazos, sintiéndote tan junto a mí. Siento tu calor, me lleno de tu olor. Me marea percibirlo. Por Dios, al fin estás entre mis brazos otra vez y ni así es suficiente. Miro a ver si hay alguien que pueda vernos, me inquieta que hablen de ti y de mí, pero también me asusta que el dichoso mirón nos obligue a separarnos. Sonrío levemente porque no hay nadie, nadie que se escandalice, censure o nos grite por lo que voy a hacer, esto que lleva cuatro años matándome…

Sí, eres tú, Ennis, mi Ennis del Mar, así como yo soy tu Jack. Eres el hombre que conocí un mañana y me robó la paz, los sueños y los deseos. Eres el que me ata a su cuerpo con sólo desearlo, eres quien me desarma con su mirada, el que puede premiarme o castigarme con tan sólo una palabra. Ennis, siento que el fuego que arde en mí, al que me ataste la primera vez que fui tuyo, me devora nuevamente, y ya debe estarse notando bajo mis ropas, como noto el tuyo. Ahora me empujas, y en tus ojos sólo hay deseos, ganas, y me pegas contra la pared y miras mi boca mientras yo sólo deseo ver tus ojos oscuros y brillantes, y me besas. Aplastas tu boca contra la mía dejando escapar un gemido, un alarido o un sollozo de consumación. Me besas con todo tu ser, con toda tu entrega como si fuera el último beso que pensaras dar en tu vida.

Y tus manos me aferran con fuerza, apretándome con su calor, con su rudeza, las manos callosas del hombre que sé que amo. Tu lengua busca la mía, atándose a ella, y me mordisqueas, me lames todo y siento que no te cansas de eso, que deseas beber de mí tanto como yo de ti. Me muerdes y me aprietas, con fuerza, con rudeza, como el hombre tosco que eres. Estamos tan juntos que ni una brizna de viento puede pasar entre nosotros. Siento que cedes un poco en tu beso, y ahora yo te agarro también, toco tus orejas, tu cabello, tu nuca y te muerdo también, frotando mis mejillas de las tuyas. Es la entrega a las necesidades, el reconocimiento de aquello que urge para ser feliz en esta vida. Nuestras bocas jadeantes dejan de estar unidas, noto que aún sientes temor de que nos vea alguien, y yo sólo puedo mirarte a los ojos con toda mi entrega, con todo el dolor de la aceptación que hago de esta necesidad de ti, por ti, mi Ennis. Te miro y creo que si muriera en estos momentos, así, con tu aliento cayendo sobre mi boca, con tu frente sobre la mía, moriría feliz, sin temer a lo que me aguardara en la otra vida, porque ya estoy en el Paraíso. Tu recibimiento me ha dejado debilitado, y casi no lo puedo creer. Eres tú quien ha tomado la iniciativa esta vez, y te juro por mi vida que no vas a quedar sin respuesta.

Jack, Jack… cordura, pueden vernos. Pero ¿cómo resistir tu mirada azulada y hermosa, donde casi creo que brilla la humedad del deseo, pero también del enternecimiento ante mis besos? Mi dulce y sentimental Jack… no me mires así, por favor, no aquí, porque tu amor se nota de lejos. Hummm, me besas ahora y siento que me muero, que ya no soy dueño de mis actos o de mi vida.

Tu boca sabe exactamente igual que en mis recuerdos, mi lengua reconoce la tuya, mi piel arde, se eriza y quema como antes. Parece que no nos hubiéramos separado años enteros, pero así fue, y yo lo siento en esta urgencia de ti, de tenerte que no me deja pensar. Por eso debo seguir besándote aunque ya estás inquieto, por eso no puedo alejar mis manos de tus mejillas, por eso mis piernas están atadas entre las tuyas, y puedo sentir la dureza de tu deseo, como tú sientes el mío. Por eso nos comemos otra vez, con hambre vieja, con el hambre de los años no saciados, separados, años en los que no se vivió en verdad.

Jack, Alma… Ella está arriba…

No te quieras alejar, Ennis. No se te ocurra separarte de mí, dejándome sólo otra vez…

No quiero separarme, no quiero soltarte otra vez, joder, pero pueden vernos. Coño, tienes algo que me une a ti, que me pega a tu piel. Separo mi boca, separo mi cuerpo pero mi frente continua pegada a la tuya, Jack, y me quemo con tu calor. Quiero tener cordura y poner distancia, pero mi piel se restriega de la tuya y parecemos dos gatitos mimosos. Me vuelvo, mirando hacia las escaleras, hacia el lugar donde puede estar Alma, tal vez viéndonos, pero sigo tocándote, sigo en tu frente, siento tus manos en mi barbilla, en mis mejillas, pidiéndome amor, ternura, cariño, y sé que no podré resistir mucho más.

¿Qué haremos ahora, Ennis del Mar? ¿Qué será de mí ahora?

Nos vamos a la mierda, Jack Twist. Vamos a donde pueda tocar cada centímetro de tu cuerpo y recrearme acariciándolo, donde pueda lamerte, sentirte, besarte y tenerte para mí. Quiero reflejarme en tu mirada cuando te ame, cuando seas nuevamente mi puto Jack Twist, el mío; el carajo hermoso que sin palabras un día me dice cuanto me ama. Nos vamos… y tal ve desaparezcamos. Dios, ojalá tenga el valor de robarte y no dejarte ir nunca…

Julio César.

MUERTOS REVIVIDOS… PARA MOLESTAR

Grita porque la vio hasta el final…

Hace unos días, llegado del trabajo acalorado y molesto, cargado de tensiones y rabias, encendí mi aire acondicionado (no me gusta dejarlo fijo), la televisión y me serví una taza enorme de café. Me dispuse a presenciar una cinta (o disco, es raro decirlo así) de muertos vivientes. Me encanta ese tipo de películas. Me agradan esos seres torpes, brutales, que se multiplican como un chisme maloso, acorralando a los pobres vivos. Sí, me gustan, algunas pueden ser argumentalmente muy malas, como lo son generalmente las VIERNES 13, pero siempre es emocionante, grato y… (no sé cómo decirlo sin parecer un psicópata) ameno ver los asesinatos. ¿Qué quieren que les diga? Eso me distrae. Sólo en filmes, únicamente en la ficción. Esta, MUERTOS REVIVIDOS, me la vendieron como “Uno de los mejores filmes de zombis en años”. Y en verdad era sustentable. Nada del otro mundo, los lugares comunes y todo eso, pero las escenas de brutalidad caníbal eran como más feas, las víctima como que tardaban más en morir. Hubo dos grandes aciertos dramáticos para decirlo así, el primero en caer devorado, el chico del aseo, se veía bien, buena gente, amable y galancito (creí que era el héroe); cuando todo comenzó me decía: corre, no, aléjate, aléjate; pero luego va y muere de una forma atroz, a mí me dio escalofrío. Pero también ese muchacho, ¿cómo se lo ocurrió abrir esa vaina? Es como el viejo chiste de parodias: “Dios, todos están muerto, parece la obra de un loco homicida, ¿qué es eso?, bajaré al sótano para ver qué es ese ruido”.

El otro momento impactante fue la hermosa joven asesinada saliendo de su carro cuando iba rumbo a la fiesta de los chicos bonitos, idiotas y necios (ya es un estereotipo, aún en ALIÉN CONTRA DEPREDADOR, la dos, se vio esto). Fue salvaje todo lo que le hicieron esos bichos; porque estos, para aumentar el horror, no eran los típicos muertos vivientes que caminan arrastrando una pata, lentos como tortugas en subida. No, estos corrían, y duro, como el policía malo en TERMINATOR dos. Difícilmente alguien podría ganarles en los cien metros planos. Pero hubo desaciertos que molestaron, dañando algo que pudo ser regular tirando a bueno; fueron tres detallitos en específico. Uno era el grupo de los chicos ‘buenos’ encerrados en un carro rumbo a una verbena, fumando marihuana como si de algo inocente, una tremendura, se tratara. Es la contribución y continuación del falso paradigma que sostiene que eso no es malo, sino que da caché. Esta excusa de enfermos que intentan justificar su debilidad, siempre me ha molestado. No, las drogas no hacen daño, eso es mentira. Pregúntenle a Britney. Lo otro fue cuando estos seres comenzaron a atacar (y fue casi absurdo), cuando los jóvenes se encierran bajo techo, cercados, y uno le dice al otro “parece un ejercito de zombis”. Y lo decía como quien dice, “coño, llegaron los portugueses, o los italianos, o los gorditos, o los inmigrantes”. Se supone que si uno no los ha visto antes, que si el mundo no se ha enfrentado ante a los zombis, no se les conoce. A menos que eso pase a cada rato en ese pueblo. Pero como digo, fue este un detalle tonto.

Pero lo grave fue el final. El chico y la chica, los últimos, están frente a una morgue, no pueden abrir la puerta, los muertos vivientes los rodean, los miran y echan a correr hacia ellos, saboreándolos ya. ¿Saben lo qué pasó? Ah, no, mírenla y arréchense ustedes también. Pero en verdad no fue tan mala. Yo, excepto por ese detallito final, la pasé más menos bien mirándola. Como dije, me agradan los zombis… no como vecinos, claro. Recuerdo que cuando vi por primera vez EL RESIDENTE MALIGNO, con Milla Jovovich, la disfruté bastante, y comentándola con un hermano le dije: hubo un accidente y la computadora mató a todo el mundo, ¿y sabes qué pasó? No sé cómo lo hizo, pero me dijo: no, no me digas, revivieron como zombis y comenzaron a matar gente. Creo que me vuelvo predecible.

Julio César.

CON GANAS DE ATENDER AL CAÍDO

Sí, al chico todos lo quieren dentro y fuera de las canchas. ¿Por qué?, seguramente porque es muy buena gente, ¿no lo crees?

Julio César.

LA GENTE DE LAS ALCANTARILLAS

Buscando sobre costumbres infantiles en el mundo, encontré este artículo aterrador. Sentí rabia y tristeza al leerlo, como le pasará seguramente a ustedes. El mundo se mueve entre presidentes y organizaciones solemnes, entre reuniones fastuosas y celebraciones, bien alimentados, con ínfulas y gritos de poder… A su lado la gente común, el mundo ordinario, sufre y llora mientras va falleciendo, muchas veces, de hambre. O hasta de tristeza. Veamos:
……

LA CIUDAD DE LOS NIÑOS: MONGOLIA SIGLO XXI
Tomado de TioTaum @ 2008-10-26 – 23:34:20
En Ulán Bator la mayor cuidad y provincia independiente de Mongolia viven en pleno siglo XXI mas de 3000 niños desamparados como autenticas ratas en el subsuelo de esta enorme urbe resguardándose del duro clima y de la indolencia ajena; niños que están huérfanos de cariño convertidos en parias del fétido y vetusto sistema de saneamiento y calefacción Mongol. Niños que se encuentran tristemente desheredados de su cuidad y jerarquizados en grupos llamadas columnas infantiles del subsuelo, donde comparten despojos con ratas en una de las zonas mas pobres de Asia.

Lo único que tienen propio estos niños es el nombre, el resto lo comparten todo, incluso a veces también el nombre se comparte, como apostilla uno de ellos que comparte el mismo nombre con otro niño de la arqueta que queda a dos manzanas de la suya. Cuenta uno de ellos que su padre era pastor y tenía unas tierras que labrar y donde esparcir los animales, unas ovejas y varios percherones que daban para comer Tida la familia, pero con la democratización de los noventa, privatizaron todo y se llevaron los animales y los echaron de la finca. Las devastadoras tormentas invernales de 2001 hicieron el resto y se quedaron sin nada, en esta situación traumática, la familia lo envía a la cuidad en busca de un futuro mejor, y ahora lo único que tiene son amigos en el sub mundo.

Según nos cuentan algunos de los sexo-turistas que contratan a niñas, es la capital más fría de la tierra, con temperaturas de hasta 40 grados bajo cero en invierno. Afortunadamente la unión soviética construyó en los años 60 uno de los sistemas de calefacción comunal y descomunal más importante del mundo, con una red de tuberías y canalizaciones compartidas muy extensas… éste es ahora el ‘cálido’ hogar de cientos de niños y niñas de esta inmensa ciudad.No es fácil encontrar una buena arqueta. Las tuberías salen a más de 90 grados cerca de las centrales y es difícil y peligroso vivir cerca de ellas incluso en invierno. Pero la necesidad agudiza el ingenio y se construyen unas camas de cartón y basura sobre las cañerías que los aíslan del frío y del calor hasta que las ratas se las comen y tienen que construir otras…

Las arquetas están numeradas y El subsuelo esta dividido en sectores y distritos, cada distrito o sector esta controlado por una banda juvenil, que vigilan y cuidan su guarida hasta la muerte, pues ahí abajo se comparte todo, incluso el nacimiento de un bebe. Considerados como excrementos des sus propias familias, fueron fusilados por la violencia domestica jóvenes que solo hablan de presente y pasado pero nunca de futuro mas allá de la comida que tendrán que agenciarse mañana para poder llevarse algo a la boca. Algunos dicen que se guarecen del frío pero la realidad es otra; estos jóvenes se guarecen de los adultos a los que consideran dioses por su corpulencia y fuerza, de la que mendigos y borrachos abusan para sacarles la pequeña fortuna que reúnen en el día, niños que son vejados y sometidos a azotes y palizas por parte de adultos abusones y sin escrúpulos por su negación a ser sometidos; muchos de estos niños son marcados con un cristal u otra arma punzante así crecerán con marcas para que nunca olviden de donde salieron, o incluso a que salvaje adulto borracho pertenecen.

Un hogar indescriptible, de unos 40 o 50 metros cuadrados que muchas de la veces está húmedo con un palmo de agua, de la cantidad de fugas que existen, pero están acostumbrados a saltar y brincar entre la basura, las ratas y las tuberías, no hay luz natural, en realidad no hay ningún tipo de luz, si se sacan las tapaderas de las alcantarillas se marcha el calor, así que con velas pasan las veladas, pero también ilumina el camino de los enemigos. Cuando la primavera llega y en el exterior se puede caminar entre la gente, estos niños se distribuyen las tareas de cada sección o sector.

Unos a mendigar otros a lavar coches, otros a cargar maletas en los trenes etc, etc,. Cada uno tiene encomendado su trabajo para la su comunidad totalmente jerarquizada, los más están totalmente dispuestos a prostituirse por un dólar como pago, cuando les pagan claro está, y no son engañados y apaleados.Niños que se encuentran a merced de que algún día se dediquen a limpiar la calle por la visita de un político o la ligada masiva de turistas y los metan en una prisión. Según UNICEF Mongolia no rectifico el convenio internacional de derechos del niño hasta 1990. Con la caída del comunismo y la lenta transición a la democracia la distancia entre clases ricas y pobres se acrecentó en la misma medida que la huida del campo a las ciudades.

Escuelas, fábricas y granjas comunales fueron cerradas o privatizadas, mientras a mismo tiempo los escasos recursos sociales dejaron de existir; los niños y los marginados poblaron entonces la capital en busca de futuro, una capital ya por entonces colmada de pobreza y subdesarrollo (el 35% de los mongoles viven bajo los estándares de la pobreza). Algunas llamadas poco inteligentes promueven ahora el sellado de las alcantarillas para acabar con el problema de estos niños, pero esta demostrado que el clima exterminaría por completo a sus inocentes habitantes.
……

Es tan indignante. Saber que están ahí, viviendo como animalitos, tal vez molestando la vista y conciencia de tantos, quienes creen que matando al perro se acabará la rabia, así que la solución sería cerrar esas tuberías. Tal vez sí sea un mundo dantesco donde la gente tiene que pelear como perro, con otros perros, por un hueso, porque golpear, abusar y marcar un niño para que no olvide quién es, de dónde salió o aún a quién pertenece, es dantesco, es de bárbaros. Ah, y el turismo sexual… quién sabe cuántas solidaridades para con muchos regimenes no se tejen entre el uso y abuso de la carne inocente; ahí está Cuba. Pero ahora lo sabemos, eso ocurre, esos niños en Mongolia está allí; eso sucede. Ahora también nosotros lo sabemos.

Julio César.

LA APARECIDA

-Te lo aseguro, aunque parezca una zombie revivida recientemente, toda flaca y pálida, muchos me encuentran sexy. Y no, no hablo de los sepultureros.
……

No es por nada, pero hace falta un poco más de carne, como para tener por donde agarrar, ¿no?

Julio César.

MARZO FUE UN MES DE CIRCO SIN MUCHO PAN

Qué reincidente son tantos en sus momentos más flacos. Ha pasado todo un año ya desde que Colombia fue al Ecuador a rescatar un territorio que la guerrilla se había tomado para sí, dicho en boca de su presidente, Rafael Correa, que Ecuador no limitaba con Colombia sino con ese territorio de la FARC. Y el hombre todavía le tiene tirria a Álvaro Uribe Vélez. Por lo menos malagradecido es. Colombia liberó y les devolvió ese territorio, eliminado esos bichos; hasta más seguro vive ahora el campesino en la sierra y el policía de campo. Pero no fue únicamente Rafael Correa quien chilló contra Colombia, también Hugo Chávez en Venezuela, alzando la voz a gritos, lo hizo, diciendo que si Colombia se atrevía a hacer algo así en Venezuela (¿qué le habrá querido decir a Correa?) lanza los tanques contra Bogotá. Un exceso, claro, con impedir que los terroristas de la FARC entren a Venezuela, se acaba el problema. Además, como le recordaron los generales al señor Presidente: si quiere enviar tanquetas a la frontera, terminen las carreteras y tapen los huecos de las que hay.

La fuga de Nixon Moreno, líder estudiantil merideño, perseguido del ministro del Interior Tarek Al Assaime y reo político de Hugo Chávez, ha levantado toda una serie de ronchas dentro del país. El Gobierno ha intentado volver a la gente contra la Iglesia, o los cura, como les dicen para rebajarlos, pero fuera de los grupitos pagados para ir a marchas, en nominas de alcaldía y gobernaciones, nadie más les ha hecho caso. La fuga de Nixon fue motivo de muchas preocupaciones para quienes deseamos que le vaya bien… pero también de cháchara. Hay quienes sostienen que el líder estudiantil escapó vestido de cura, y que cuando salía un vehiculo de la DISIP, la policía política, se detuvo de golpe frente a él, y asomándose los agentes a las ventanillas dijeron: “¡Bendición, padre!"; a lo que el otro contestó, llegando al colmo de hacerles la señal de la cruz, “Dios los bendiga”. Tal especia debe ser falsa, claro, pero ¡conociendo a estos organismos de inteligencia…!

La crisis económica mundial está toando visos impresionantes en cuanto a las cifras que piensan invertirse: Estados Unidos considera un plan de inversión de un trillón de dólares. Da escalofríos. Y uno se pregunta, ¿será dinero sostenido con reservas, o dinero inorgánico como los que se emiten en países paupérrimos como estos en crisis perpetua? Ojalá funcione, pero ahora sabemos que todo el sistema económico y financiero sobre el cual se asienta la existencia misma del orden social, tiene las patas cojas. No quiero ser pájaro de mal agüero, pero espero que esto no vaya a estallar de otra manera. Curioso es que, en teoría, el dólar bajará en todo el mundo… y eso es malo porque los norteamericanos perderán poder de compra. Malo para el mundo. Aquí, después de decir que la crisis no nos tocaría (¡y lo dijeron ministros y ex ministros de finanzas!), y de que entraron en diez años más de ochocientos mil millones de dólares, el Gobierno, en crisis, dicta su paquete de mini medida neoliberales. Mini para engañar incautos con su trampa para turistas. Es que cuando se escupe para arriba…

Venezuela vivió momentos de gloria en este último Mundial de Béisbol, el cual va ganando en prestigio y atractivo. De verdad tenía muy pocas expectativas al respecto, ¡pero cómo respondieron! Caímos antes de la final, pero creo que se hizo un buen papel, y esta campanada nos dice que debemos esforzarnos y mejorar más. Hubo batacazos de todas clases: cayó República Dominicana frente a Holanda (increíble), y a Venezuela le costó ganarle. Cayó Cuba frente a Japón (ja, ja, ja), cosa que marca un hito, es la primera vez en sopotocientos años que el equipo de béisbol cubano no se cola en una final. Lo de Puerto Rico me tiene desconcertado, lo de Estados Unidos también. Sin embargo, en lo referente a Venezuela se dieron varias cosas interesantes. La pita y repudio del público a Magglio Ordóñez fue inquietante porque denuncia hasta donde nos arrastra el odio derramado desde Miraflores. Hubo quienes criticaron esa reacción de repudio al criollo, pero a decir verdad, cuando Chávez ofende gente en Aló Presidente, y Magglio ríe y lo celebra, se incapacita para reclamar. La gente que aplaudía a Venezuela cuando pasó a la semi final, repudiándola luego feamente, me recordó el cuento de Aquiles Nazoa, así son las masas: a Cristo lo aplauden un domingo mientras entra a lomo de asno a Jerusalén, tres días más tarde esa misma gente le gritan insultos y piden que lo crucifiquen. Aunque, y sin que me quede nada por dentro, basta de Luis Sojo como manager, por favor…

Julio César.

LA CITA DE… ESTUDIO

¿Vestido para la ocasión?

-¡Oye! –se desconcertó Gabriel entrando en el cuarto de su amigo y compañero de estudios.- ¿Qué haces? Creí que ya estabas listo para estudiar.

-Te llamé y me dio un calambre, no puedo enderezarme. –comentó el otro.

-¡Qué mal! –llegó a su lado, comprobando cuánto apreciaba a su amigo.- Sí quieres, te doy un masajito…

-Oye, no, no quiero abusar y…

-No, no hay problema. Sube a tu cama.

-Bueno… -se moviliza con sospechosa agilidad, aunque el otro no repara en eso concentrado en otros pensamientos.- ¡En la gaveta tengo el aceite!

-¿Ya lo tenías lis…? –comienza a sospechar, pero ya Gabriel se acomoda. Bien, lo averiguaría después.

Julio César.

lunes, 16 de marzo de 2009

NOVELA NORTEAMERICANA, DATO CURIOSO

No, no pienso meterme en el problema de investigar cuándo, dónde y cómo comenzaron a imprimirse, o cuál fue la primera editorial ni nada de eso. Tan sólo quiero compartir una nota encontrada en la prensa. Habla sobre un pionero, alguien que tuvo la paciencia, el arte y la dedicación para hacer algo, escribir. También de aquellos que hicieron posible su divulgación. Lo tomé de la columna de Eduardo Riveros en el diario EL NUEVO PAÍS. Me pareció interesantísimo, pero más que eso, fue revelador. Casi admirable. Tanto el relato en sí, como el esfuerzo del señor Riveros por darlo a conocer. Disfrútenlo:
……

LA ARRECHERA COTIDIANA
¿Qué merecimiento, crédito tiene William Hill Brown? El haber sido el primer escritor norteamericano al que se le publicó una novela. Fue el 21 de enero de 1789 y la obra se titulaba: “El poder de la simpatía”. La editó Isaiah Thomas, en dos volúmenes, y se promocionó como una historia de amor y sexo. Esto no era del todo cierto; casi integro lo contrario. En el libro Hill hacía un llamado a las mujeres estadounidenses para que: “preservaran el honor y las buenas costumbres”, salvaguardando así la moral del país. De paso advertía sobre el peligro de sucumbir a los llamados del sexo.

William Hill Brown nació en Boston en noviembre de 1765 y murió, con tan sólo 28 años, el 2 de septiembre de 1793 en Carolina del Norte. Desafortunadamente no hay muchos detalles sobre su vida. Se sabe que elaboró otras historias entre la que destaca: “West Point Preserve”, donde narra las peripecias del espía británico John André. Se entiende que no se guarden muchos antecedentes de la vida y obra de este intelectual. Para entonces el país todavía era un proyecto, la llamada Conquista del Oeste estaba vigente y, para tener una idea, basta citar algo que todos han oído alguna vez: la Batalla del Álamo en que el ejército mexicano derrotó, luego de 21 días de asedio, a los segregacionistas de Texas. Esto fue 71 años después que Hill diera a luz su: “El poder de la simpatía”.

Los que han estudiado el trabajo de Hill no le dan mayor merito que el haber abierto la llave de la emisión de libros en su país. “El poder de la simpatía” es una recopilación, fantaseada, de un intercambio de cartas entre los protagonistas: Thomas Harrington, Harriot Faucet, Jack Worthy, Myra Harrington y la principal Elizabeth Holmes. Esta es la que despierta las inquietudes eróticas entre algunos de los varones y entonces comienzan en canje epistolar, como si fuese con Maribel Anders, la Corresponsal del Amor aquí en El Nuevo País. ¿Qué actitud tomar antes los avances de tal? ¿Es lícito que me deje seducir por cuál? ¿Cómo saber las intensiones reales de esa muchacha? Y el relato se hilvana mediante esta serie de consultas, dudas y sus respuestas. Otro mérito que no se recalca y que recae totalmente en Hill es haber sido el que inició la distribución de libros. Los charlatanes que recorrían Norteamérica en sus carromatos cargados de tónicos, brebajes para la tos y caída del cabello, comenzaron a llevar libros. Quizá esa difusión sea el mayor mérito de William Hill Brown.
……

Me gustó, como me gusta siempre la historia. ¿Imaginan un mundo donde vocean que traen un tónico para el vigor, un ungüento contra las arrugas y lo más desconcertante de todo: un libro, una novela de amor y sexo? Y había quienes se interesaban, que lo compraban y lo hojeaban, tal vez sintiéndose atrapados, subyugados por una trama… aunque hoy día nos parezca algo fatal. Estas ideas sobre lo que son lecturas “viejas”, son engañosas. La Biblia misma es un libro de aventuras emocionantes, hay traiciones, suspenso, sorpresas. El Satiricón es ameno y divertido. El Decamerón también, amén de ilustrativo. ¿Y qué decir de “Lo que el viento se llevó”? Esa novela es apasionante se tenga la edad que se tenga.

Julio César.

EXCESO DE INTERCAMBIO ELECTRÓNICO

-Pero querida, no hago nada malo. Sólo les envío una foto a mis amigos en la red.
……

Ya lo he dicho antes: todo el que posa frente a una cámara… enloquece un poco después de un rato.

Julio César.

DE ESCALOSFRÍOS

-¿Qué quién soy yo? ¡Ha-ha-ha-ha…!

De toda la literatura ligera, sin que se tome como ofensa (nada más lejos de mi ánimo), uno que ocupa lugar central es el horror y el terror, dos géneros muy parecidos aunque con ligeros matices. Ficción, policiales y comedia también son buenas, por no hablar de las historias subidas de tono que acaparan la atención, pero el horror es básico. Nos encanta leer sobre la mujer que corre aterrada y cae lastimándose, que grita y lloriquea mientras el ser tenebroso se acerca; nos gusta saber del sujeto que sabe que el monstruo está detrás, que intenta escapar y no puede, que cae y se fractura una pierna pero aún así debe intentar escapar, mordiéndose los labios ante el lacerante dolor. Hace tiempo, no recuerdo el título, leí un cuento muy corto así; un hombre aterrado ante un viajero que entra a su negocio, viajero que se descuida por un segundo y el héroe descubre que es el mismísimo Diablo, y teme que este se de cuenta de su descubrimiento. Fue muy bueno. Vemos este:
……

UN CUENTO DE TERROR

Luís Alberto Sinsel

Y ahora aquí, a dos metros bajo tierra dentro de un cajón transparente de plástico, encadenado de pies y manos con los ojos vendados y además semidesnudo, ya sólo me queda esperar mi lenta, asfixiante y desesperante muerte; ya sólo me queda esperar que termine esta agonía que empezó en el momento en que nací...

Recuerdo que esto empezó un día como cualquier otro en el que estaba mendingando, no había comido por tres días, no tenía ni una gota de alcohol y para rematar, un grupo de muchachos con ropas elegantes y con miradas llenas de odio hacia toda la miseria que yo representaba, se divirtieron conmigo al ponerme una golpiza.

Recuerdo que en ese momento más que nunca había pensado en el suicidio; en terminar mi amarga existencia por cualquier medio. Me decidí aventarme a las vías del metro, llegué a la estación, me sentía tan acabado, tan derrotado, tan desanimado que no sé si me desmayé o me quedé simplemente dormido ahí.

Entre sueños recuerdo haber visto una sombra que se deslizaba por el piso hacia mis despojos, traté de encontrar qué era lo que la producía mas nunca pude, cuando de pronto, de esa sombra inexplicablemente emergió una persona demacrada; una persona con cara de que tenía la enfermedad más terrible que te pudieras imaginar, pero a pesar de eso, irradiaba una energía que me provocó el escalofrío más intenso jamás antes sentido. Un instante después, completamente despierto, sentí un sentimiento tan intenso como de desolación, angustia y terror juntos hacia esa persona, que me dio una taquicardia hasta llegar al punto de pensar que ahí mismo moriría por un infarto.

Un instante después de que esas emociones formaron parte de mí, llegué a la conclusión de que aquella persona era la encarnación de todo lo que está mal en el mundo o como infantilmente se le llama "el Diablo", de pronto esta, realmente no sé cómo llamarle, con una voz en la que se escuchaban como niños que reían y cerdos que gemían lastimosamente al mismo tiempo; una voz que se escuchaba con la misma intensidad de un grito pero con un sonido más bajo que él mismo me dirigió la palabra, y lo que este demonio me dijo lo recuerdo tan claramente como el hecho de saber caminar y es lo siguiente:

-Tú, basura inmunda, ¿dónde ha estado todo este tiempo tu dios?, ¿cuándo te ha ayudado? Yo te ayudaré, te haré inmortal 7 veces, pero a cambio usarás parte del dinero que ganes para destruir, matar y enviciar a todos los materialistas e interesados que estén a tu alrededor.

Medité la propuesta, vi que no tenía nada que perder, además al recordar a aquellos que me golpearon sentí que le iba a devolver a la sociedad todo lo que me había dado.

Lo último que recuerdo fue una gran sonrisa de burla, satisfacción y maldad impresa en su rostro antes de que se desvaneciera...

Al siguiente día me levanté como nuevo, las cosas se daban fácilmente, pronto me uní a un grupo de personas que daban shows extremos, de esos que les gustan a la gente morbosa, y al aprovechar mis múltiples "vidas" gané una gran cantidad de dinero fácilmente y, como dice el trato, destruí hogares, induje al vicio a mucha gente y pervertí conciencias sin remordimiento alguno.

En estos shows me mataban de muchas formas, no me escapaba del dolor, pero podía más mi avaricia que el dolor o el remordimiento. Me hicieron de todo, me dieron un balazo en el pecho y me levantaba; me tiré desde un cuarto piso y me levantaba; me senté en una silla eléctrica y me levantaba; me tiraron con un cañón antiguo al cuerpo y me levantaba; me tomé un litro de cloro y me levantaba; me inyectaron aire y me levantaba, en todo esto la gente sólo pagaba y disfrutaba sin saber que de verdad moría y revivía inmediatamente en cada acto.

La riqueza la disfruté como nunca antes en mi vida, y se me ocurrió que podía hacer otro acto más para retirarme con mi dinero y disfrutarlo el resto de mi vida. Fue cuando me propusieron meterme en una caja y enterrarme bajo tierra por un par de horas...

En el momento en el que me bajaron y me estaban cubriendo con la tierra escuché de nuevo la inolvidable voz que me dijo:

-Estúpida basura inmunda, no volverás a revivir, no supiste que después de que hablaste conmigo fue tu primera resurrección, es por eso que te sentiste tan bien.

Después de escuchar esa fatídica noticia me entró una enorme angustia, maldije a todo el mundo, preferí haberme suicidado esa noche, recordé su maldita sonrisa, me sentí humillado y usado, me arrepentí de mis actos...

Y ahora aquí, a dos metros bajo tierra dentro de un cajón transparente de plástico, encadenado de pies y manos con los ojos vendados y además semidesnudo, ya sólo me queda esperar mi lenta, asfixiante y desesperante muerte; ya sólo me queda esperar que termine esta agonía que empezó en el momento en que nací...
……

Bueno, ¿verdad? (aunque el título…). Y tan simple, una oferta maravillosa para conseguir no sólo todo eso de lo que se careció, sino la oportunidad de obtenerlo lastimando y destruyendo a otros, a esos que “te deben algo”. Un trato simple… con una trampa casi encubierta, un hecho pequeño y aislado que al final hace la diferencia. Así lo imagino yo, al Diablo, malvado, riente, cruel; pero sobretodo infernal, porqué Él sabe, desde el principio, lo que ocurrirá. Cuando hace su propuesta ya sabe cómo terminará todo; seguro lo tiene escrito sobre el portón de entrada al Averno, en letras de oro: “Al final cada quien tendrá lo que merece”. Él es así, el gran mentiroso, el gran embaucador, el enemigo del hombre, el que dirige la lotería, el que reparte números en una pirámide, carcajeando para sus adentros de la ceguera que la codicia provoca en sus clientes. Seguramente eso es lo que le hace reír de forma tan contagiosa. Hay que tener cuidado, para hacer un trato se necesita un buen abogado, pero como todos le deben hasta el saludo, ni de ellos podemos fiarnos.

Julio César.

miércoles, 11 de marzo de 2009

ES POR TI, MUCHACHO

-A veces te extraño tanto que…

No, muchacho, no es que el amanecer sea oscuro o que el sol ya no brillé sobre la humanidad. El cielo no llora de desdicha ni las flores de los campos han perdido sus hermosos colores. No han terminado las alegrías ni las esperanzas, los sueños no han muerto… Te lo parece porque tu alma sufre, porque cuando aún no tenías veinte años encontraste el amor, el que era para ti, y una tarde, con tan sólo un adiós, para siempre, lo viste partir.

Julio César.

REFLEJOS

Con los trucos de fotografía que ahora existen (de siempre, pero antes eran chapuceros) jamás podremos estar totalmente seguro de si algo es tan exacto como nos parece. Pero esta hermosa fotografía, de serlo, es perfecta. No la imagen, el lugar. El nombre exacto no estaba identificado, pero como la encontré mientras buscaba imágenes de cierta película, imagino que se trata de un lugar cercano a Pine Creek, en Canadá. En mi modesta opinión allí estuvo el paraíso original. ¿No es una belleza? Ese cielo límpido, ese macizo granítico, el reflejo del cielo y las cumbres sobre las aguas cristalinas, esa sensación de grandeza y majestuosidad de la naturaleza, de pureza en el verdor de su vegetación. Imagino que cuando el mundo comenzaba, cuando nos bastaba con poco, todo pudo ser así. Un jardín. ¿Cómo llegó a ser posible un lugar así de tanta belleza y perfección? Porque lo es, mirar un paisaje en directo debe sobrecoger el espíritu de cualquier mortal, por más indiferente que sea. Tal vez, poniéndonos cursi, es así porque se trata de un espejo. El espejo de Dios.

Julio César.

viernes, 6 de marzo de 2009

OLAS Y ODAS DEL MAR DEL NORTE

RIMA XLIV

-No supe leer mi propia vida...

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?

¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.

Gustavo Adolfo Bécquer
.......

¿Verdad que leyendolo uno cree son versos dirigidos a una pareja recordada y querida? Tal vez sea como dijo una amiga, Nancy; será que cuando se ama, cuando se quiere en verdad, todo se asemeja. Las palabras del corazón son iguales a todos los oidos. Con la misma intensidad quiere un hombre que una mujer.

No sé cómo lo hace, o de dónde saca el tiempo y la dispocición (bueno, como alérgico a la poesía, todo eso me parece complicado), pero Mar del Norte siempre encuentra algo que llega, que toca esa herida que palpita, una que está abierta aunque no duele tanto, que extrañamente nos gusta porque no permite sentir, saber que no somos únicamente oscura materia que come, bebe y duerme. Ella habría sido una buena vaquera, siempre encuentra el rastro de los sentimientos, en la lejanía descubre el sendero de migas de ternuras que nos lleva a esos amigos que todavía duermen, como niños traviesos y mimosos, en lo alto de una montaña de la que no deseamos que desciendan jamás. Gracias, Mar…

Julio César.

CIENCIA FICCIÓN QUE NO DURÓ

Comienza a preocuparme que las series televisivas sobre ciencia ficción, de las más ficticias de todas (extraterrestres), continúen en un mal momento. Todas las de ciencia ficción, para decir verdad. Series como REGENESIS, Los 4400, o los imbatibles HEROES, se mantienen, pero otras no corrieron con suerte este año que pasó. Ni el anterior. Y ya que las nombro, RERGENESIS realmente es interesante, está presente el temor siempre real de la manipulación genética, o virus y armas extrañas para causar desastre, cosas realmente ingeniosas. Los personajes son más o menos interesantes y se sostienen. Los 44OO para mí no tienen salvación, hay un exceso de personajes. Demasiados. Lo que hace que los principales pierdan fuerza y la trama se diluya en cachitos sin interés. Es como una larga telenovela donde cada personaje aparece diez minutos y no avanzan. Es lo bueno de KYLE XY, por ahora, los capítulos tratan sobre un grupito de personajes.

Pero no quiero extenderme, desde hace mucho noto que series que resultan llamativas o interesantes, no parecen conseguir suficiente gancho para una nueva temporada. Me paso con Odyssey Five, ese equipo de cinco personas que están a bordo de un trasbordador en el momento que estalla La Tierra (qué impresión, ¿no?) y una fuerza superior a ellos lo hace retroceder un año en el tiempo para que descubran quiénes y por qué ocurrió. Pues… la historia hasta allí llegó. Los capítulos eran intensos e interesantes (tal vez un poco demasiado sobre problemas de parejas, pero no tanto). Luego pasó con la Star Trek, con este Scott Bacula, el de la serie El Salto Quántico del canal CSI-FI, donde le sacan el jugo repitiéndola hasta la saciedad. Era la nave “Enterprise” pero en sus comienzos, poco después de que La Tierra sabe de los vulcanos y otras razas, eran como las primeras misiones. No estaba mal, y creo que duró dos temporadas, pero tamben desapareció.

Luego llegó OPERACIÓN THRESHOLD, que a mí me parecía más o menos aunque fallaba totalmente en cuanto al argumento. Al parecer dicha serie fue cancelada de manera tan brusca, y de mala manera, que ni la primera temporada la culminaron. Había algo de la película Especies en la ilación, un navío norteamericano descubre una nave alienígena que emite un sonido raro, y todos quienes lo oyeron comienzan a transformarse en criaturas hibridas, que buscan crear caos, confusión y contagiar a otros. Un plan de conquista pues (parecido al planteado en Los Expedientes X). Es cuando se arma un grupo de científicos, técnicos y analistas que deben detenerlos; recuerdo el primer episodio al aparecer la responsable de grupo, cuando la contactan le dicen: “Doctora Caffrey, usted acaba de convertirse en la persona más importante del mundo”. Qué responsabilidad.

Repito, no era tan mala… pero no hubo continuación. En eso compartió destino, aunque injustamente (Threshold no era tan mala), con SURFACE, esas extrañas criaturas marinas que no despertaban ningún interés, o INVASION, esas cositas como lucecitas que emergen del océano en La Florida cuando un tornado las arrastra. En esta puse más esperanzas, intenté seguirla, pero pecaba de dos errores garrafales: nadie parecía notar que algo extraño sucedía, los “suplantados” pronto eran un ejercito, demasiados, acabando con todo interés al tener que mantener un ojos sobre tantos personajes, y estaba presente la bendita costumbre de no querer hacerla más ágil, habían detalles y secretos tontos que pasaban semanas sin desarrollarse. Al final la liquidaron y nos quedamos sin saber qué carrizo pasaba. Cómo molesta eso.

Julio César.

RESPUESTA DE MISS

Todos querían tener que ver…

-No, no me quejo de cómo marcha mi vida. Tal vez no me lo crean, pero la gente me mima mucho; me divierto un montón cuando vengo a un lugar como este resort. Todo el mundo quiere ser mi amigo y festejar, todos me dicen “ponte tu tanga y vamos para allá”; y todo el mundo termina durmiendo la rasca en mi cama. Debe ser porque soy un tipo muy sincero y leal.

¡Sí, claro!

Julio César.

DIABETES Y MATRIMONIO

Debe ser que comienza con la luna de miel.

Fuera de juego, qué enfermedad tan terrible es la diabetes; la forma en que va degenerando órganos como los riñones, o causando pérdida de la vista o atrofia muscular, por no hablar del siempre presente y horrible posibilidad de heridas ulceradas, es suficiente como para que se le tenga muy en cuenta; sobretodo la gente saludable que come y vive normalmente, sin padecer de nada en concreto, después de los treinta y cinco. De hecho, después de los treinta y cinco, debemos estar pendiente de un montón de problemas que nos asechan, y no sólo la próstata, como pensamos de forma tan visceral y con un estremecimiento, los hombres. No, de la diabetes también hay que cuidarse.

Aparentemente, según algunos estudios (algunos muy evidentes, otros no muy claros en cuanto a su metodología), el matrimonio comienza a considerarse una causa probable de ‘contagio’ de muchos desarreglos de salud. Pensaba yo que no se hablaba de una transmisión como la del papiloma humano (durante el acto sexual), sino de algo más sutil, pero algunos estudios parecen indicar otra cosa. Estudios clínicos han encontrado correlación en caso de obesidad, cuando uno de los cónyuges tiende a ello, el otro lo ‘acompaña’, ¿recuerdan aquella serie cómica de televisión, Roseanne? Ella y el marido parecían dos neveras abiertas. Pero no es la gordura el único mal a tener en cuenta. Problemas cardiovasculares, generalmente asociados a una tensión arterial alta, exceso de colesterol y aún algunos tipos de ulceras gástricas se presentan de manera frecuente en muchas parejas de dilatada vida juntos. ¡Qué tal!

En lo referente a la desagradable diabetes, patología con claras raíces genéticas pero más asociada a ciertos estilos de vida (los inmortales, los que creen que vivirán para siempre coman lo que coman y en las cantidades que quieran), se ha observado una transmisión entre la pareja, por extraño que resulte de entender. Estemos claro, muchos institutos a nivel mundial comienzan a hablar de esto, pero es difícil aceptar que un problema sanguíneo, como generalmente consideramos que es la diabetes, por no hablar de un mal funcionamiento del hígado, pueda ‘contagiarse’ a la pareja. Un instituto mexicano está practicando un protocolo de estudio al respecto, y lo que leí someramente no me aclaró cómo precisamente medían esos datos, o de qué manera se ‘transmitía’ el problema.

El estudio habla de un 70% de mexicanos entre 30 y 70 años de edad que presentan sobrepeso, indicio de algún problema metabólico (¿o de gula?), convirtiéndose en la principal causa de mortalidad en la edad adulta, por delante de otros padecimientos como los cardiovasculares o el cáncer. No especificaron cuales, cosa que también me intriga. Los cuadros sanitarios de Venezuela colocan los problemas coronarios en particular, y los cardiovasculares en general, como principal causa de muerte natural, seguida no muy lejos del cáncer, con otros problemas algo más alejados (no hablo de los asesinados por el hampa, aunque tarde o temprano tendremos que considerarlos “causas naturales”, al menos en Venezuela).

En fin, dicho instituto presentó un trabajo donde un grupo de voluntarios se dividían en dos equipos, 87 convivían con parejas que compartían (qué tiernos) diabetes del tipo 2, y los 87 restante con personas que no habían desarrollado alteraciones en el metabolismo de la glucosa (y qué manera de decirlo, no que estaban con personas sanas sino con gente que ‘todavía’ no presentaba la enfermedad). Controlando variantes de diferentes tipos como el nivel de colesterol en sangre, la hipertensión arterial, obesidad, sexo, edad, si practicaban ejercicios físicos o no, tipo de dietas consumidas, los autores aseguran que: “En la población mexicana los conyugues convivientes con pacientes con diabetes tipo 2 tienen un riesgo mayor de desarrollar alteraciones del metabolismo de la glucosa que los esposos de personas sin ese problema”.

Con estos resultados, que aclaran no alcanzan un gran muestrario, se quiere llamar la atención sobre el problema mediante información y educación. Sé que se trata de un estudio serio, pero deja muchas dudas, al menos a mí. ¿Por qué desarrolla diabetes, o tendencia a ella, alguien que convive con un diabético? ¿Hay intercambio de fluidos específicos, o emanaciones extrañas o algo así? Seguramente es cierto, nadie va a publicar un trabajo así sin estar seguro, o al menos tener una base científica, pero la falta de tablas de datos sobre las hipótesis trabajadas y los objetivos buscados nos deja en la estancada. Que se diga que convivir con alguien que tiende al consumo de azucares en todo, con alimentos muy ricos en almidón, te lo creo, pero sin embargo… aquí faltan datos, ¿no? Lo trato con ligereza, pero bien vale la pena indagar un poco más. Uno ya imagina a las chicas en una discoteca, o al chico, al conocer a alguien: “¿Tiendes a la diabetes?, ponte tu condón”.

Julio César.

TE MIRO Y ESPERO…

Regresa, por favor…

¿A dónde vas? Deseo saber pero no me atrevo a preguntar. Cuando sales eres feliz, tus ojos brillan y sonríes con ayer, con inocencia y juventud; con ganas, no como cuando estás tras tu escritorio mirando con pesar por la ventana hacía la nada. Yo quisiera un poco de eso para mí, quiero notar esa alegría en tu voz cuando me hablas y ese brillo en tus ojos cuando me miras… Pero nunca me has dado nada de eso, tan sólo tu cuerpo a mi lado tocándome cuando hace falta. Mías fueron las caricias, los besos, las ganas de querer, de que me amaras como te amé. Tu cuerpo estuvo allí más no tu corazón; aunque tus labios recorrían mi piel, tus ojos no me veían. Esa noche, esa primera noche sentí que querías entregarme tu alma, pero no pudiste. Lo intentaste, amor mío, yo lo sé.

Quisiste darme el mundo pero no pudiste, y sufrías mientras lo intentabas. Y te dolía. Día a día he visto tu mirada envejecer y la alegría de tu risa agotarse. Querías amarme como yo te amé, de tu parte sólo hubo buena fe ya que tu corazón no podías dármelo. Ya lo habías entregado, ¿verdad? Cuando llegaste a mi vida ya no eras libre, como pájaro en una jaula tu espíritu aguardaba para cantarle a alguien más. Fui yo quien me equivoqué una noche al recorrer un salón y notar tu estampa, tu sonrisa y tu mirada; te quise y no me detuve hasta que tu cuerpo me brindó calor. Pero me equivoqué… No fue tu culpa, lo sé, pero ya no sé qué hacer, tan sólo esperarte, y a veces odiarte. Ahora sólo me queda esperar que regreses a mí otra vez, como hago cada vez que sales con los ojos brillando de dicha, notando más tarde en tu mirada, al volver, que sufres al no quedarte donde quisieras estar. Pero vuelve, regresa conmigo por favor…
……

Debe ser horrible notar eso, ¿verdad? Saber que a uno no lo quieren, sobretodo si se ha entrega todo. De muchacho, en mil correrías con mi papá, me aficioné a lo que llaman música chatarrita, música de rocolas en bares, y siempre recuerdo aquella canción que me hacía reír, y que ahora suena tan triste: Esa mujer vive conmigo, queriendo a otro… ¡Qué infierno!

Julio César.

lunes, 2 de marzo de 2009

ESPÉRAME

Donde está el hogar…

Esta noche no habrá cena para uno, alimentos que a nada saben en medio del silencio que una radio no logra llenar. Esta noche no pasearé del dormitorio a la cocina reparando en cada rincón vacío, sintiéndome atrapado, sabiendo que las horas por delante son horas de nada, como ayer, como la semana pasada. Esta noche mi cama no será la mesa fría donde yace mi cuerpo. Me estás esperando y ya corro a tu encuentro. Muero por mirarte y atrapar tu rostro, ya ansío besarte y que mi nombre quede ahogado en tu boca junto a la mía. Muero por rodearte con mis brazos y sentir tu corazón llamando al mío. Esta noche será de locuras y de ternuras, de dichas y de caricias. Esta noche no seré quien soy, sino el loco que de pronto entiende que está vivo. Temo la llegada de la mañana que todo me lo quitará, pero por ahora, con ansiedad, sin pensar en nada más, a tu lado voy.
……

Cena para uno, noches muertas, horas largas cuando eres conciente de que algo falló en tu día, o en tu vida, que algo no marchó bien… Qué peso tan terrible.

Julio César.

GATO Y LA BUENA LECHE

Leyendo el blog del amigo Fernando Tovar, encontré una interesante entrada, y diga él lo que diga, resulta algo insólita, es asombroso siempre constatar hasta dónde llegan algunos por algo. En este caso unos cuantos centavos; pero el amigo de México lo enlaza un poco con la historia de nuestros pueblos, en lo chiquito, el día a día. ¿No se han preguntado, saliendo de sus casas, por qué la maleza crece tanto en jardines públicos, por qué la pintura de las rejas de la plaza parece que no la reponen jamás, o en cómo es posible que las paredes de la Prefectura contengan grafitos como, en este caso, “Carlos Andrés mató a Renny”, algo que (dicen no es cierto) se supone pasó hace casi treinta años? Los pueblos van perdiendo brillo, belleza, como deteriorándose más que envejecer, porque hay pueblitos “viejos” que son mostrados como joyas del turismo; y todo eso nos parece que es normal, algo a lo que debemos resignarnos. Pero veamos la entrada del amigo mexicano:

El Peculado de Un Gato

Una noticia con la etiqueta de inaudita, recorrió como reguero de pólvora los litorales que serpentean el mundo entero, y es que un avezado periodista del prestigioso Portal de Noticias Globo, al realizar las pesquisas necesarias, se encontró con la novedad de que un Gato llamado Billy recibía ayuda del gobierno brasileño, y a mí, lo que me parece raro es que se asombren tanto de un hecho, que si bien no tiene parangón en la historia de nuestra patética humanidad, hay que dejar asentado, con avergonzado orgullo, que en nuestro pueblo globero y patriota, viven, moran y roban unos abusivos que son muy abusados que estando inscritos en la nómina de la caja chica, por las mañanas son ácidos críticos del Gobierno y por la noche, Gatos del hache ayuntamiento.

Voy a trepar la noticia a mi blog con copia para algunos directores de periódicos del planeta, para que se den un ligero quemón de lo que se puede ver en Nuestro Laredo que del realismo mágico pasa al surrealismo y de la estupidez congénita a la paranoia desatada, además, por si fuera poco, los malandrines andan sueltos en la calle y los dueños de todo, estamos encerrados tras las rejas de las ventanas, y tendrán que saber para que se vayan de chichis al cielo, que los encargados de la cultura, de la educación, de las obras públicas, de la salud comunitaria, son los mismos desde hace por lo menos 30 años, yo como soy muy suspicaz, a veces, sólo a veces, me he preguntado que si acaso no hay otros hombres, no hay otras mujeres que sean capaces de llevar al cabo la titánica proeza de estos héroes todologos que igual saben de arquitectura, que de literatura o que igual pueden inyectar la vacuna del tétanos con la zurda para cobrar con la derecha.

Esta nota es mejor que la del che gato brasileño y que todo el mundo se entere que después de tanto tiempo de estudios, de especializaciones, de maestrías, de doctorados, muchos de nuestros conciudadanos, están desperdiciados en su propia tierra, que a lo más que pueden aspirar es a ser maestritos de universidades patitos o a miembros honorarios de institutos culturales que sirven para dos cosas, pudiendo estar al cargo de algunos o de todos los renglones de la administración pública para beneficio de todos los que moramos en este ignominioso Laredo.

El mentado gato Billy tampoco crean que recibía una cantidad desorbitada, sino apenas 20 reales por mes lo que equivale a más o menos 119 pesos mexicanos que repartidos en treinta, vienen siendo como cuatro pesos diarios, y resulta que el dueño de dicho animal era el encargado del programa de asistencia social: “Bolsa Familia” pero se regó toda la melcocha, porque además de fraudulento, es indejo, ya que nunca se percató de que un agente del control de fiscalización (aquí en Laredo su homologo podría ser un regidor chismoso del PAN) iba a visitar su hogar para revisar que el niño “Billy” hubiera ido a control médico que es uno de los requisitos para recibir el beneficio, y claro que al saberse lo del peculado, el sujeto de nombre Enrico Siqueiro Da Costa, dimitió a su cargo después de haberse descubierto que estuvo cobrando las “fudestamps” por espacio de cinco meses de su gato.

Ojala que el encargado local, de repartir las gordas despensas de víveres que regala nuestro estado no se vaya a descubrir que se entregan varios paquetes a algún agente de tránsito que esos son como los Doberman, que en el día gruñen y en las noche desconocen hasta a sus propios jefes, que esa nota yo la confeccionaría con permiso de la mesa de redacción de mi amada casa editorial para enviarla Urbi et Orbi para hacerme famoso en lo que se marca un click en mi moderna laptop Olivetti.

Perdonen que no haya publicado el chisme del sacerdote viajero VIP, pero no me pude sustraer al encanto informativo de la noticia de Billy que ahora está considerado como la celebridad más representativa de Brasil en el planeta tierra y galaxias circunvecinas, ahora, al desempleado amo del minino, solamente le queda la esperanza de que Whiskas lo contrate para un comercial de sus productos. Cosas de Gatos, uno, el dueño ratero y el otro, un simpático bicho que pasará a la historia como Rin tin tin, Flipper y Garfield su pariente obeso.

Publicado por Fernando Tovar en 13:31 0 comentarios
Etiquetas: El Peculado de un Gato
……

Bien, el dueño de Billy era un bicho, más que el gato, pero ¡qué ingenio y osadía muestra cierta gente para hacer sus cosas! Hacer pasar al minino como un hijo al que necesita mantener, parece el colmo, pero quién sabe cuántos casos más, tan falsos como este, no existen. Y es muy lamentable, es el signo de sociedades donde el respeto a las normas, las leyes y a los demás, no se observa. Pero es que cuándo los que deben dar el ejemplo no sirven, ¿qué queda para los demás?

Julio César.

NOTA: Por cierto, voy a buscar la noticia del cura viajero.

MIMOSAS

-Chica, qué necios son los hombres, te ayudo con el tirante del bikini y mira como nos vigilan. ¡Son tan celosos!

Julio César.

A TODO COCHINO LE LLEGA…

-Les dijo que los quería… ¡y se lo creyeron…! ¡Ha-ha-ha!

De verdad no pensaba escribir esto, por dos causas: la primera porque todos pensarían que sigo resentido por la derrota del NO en el referéndum, y segundo porque… Eh, bien, nunca es elegante expresar totalmente lo que se piensa cuando esto se aparta del modo de ser de otros, o cuando se cruza una línea de civilidad. Me han llamado salvaje algunas veces. Pero es demasiado bueno, fue algo que me provocó muchas carcajadas en un momento cuando andaba más molesto que deprimido.

En una población cercana a Maracay, Estado Aragua, un grupo de personas se metieron en un terreno municipal; con tablas y planchas de zinc levantaron ranchitos, en una noche (qué laboriosos) y dijeron que invadían porque no tenían dónde vivir, que les habían prometido mil veces unas casitas y nada que se las daban (¿no entienden que hacer casas en Cuba o Bolivia es más importante? Seguro no son revolucionarios de verdad). El caso fue que se vistieron de rojo, levantaron una bandera con la cara de Chávez (imagino que les llovió bastante, el hombre es pavoso) y se hacían llamar chavistas por el SI. Les regalaron bolsas de comida y se les dijo que los ayudarían (también les metieron el dedo en las bocas). Fueron ese domingo y votaron, ganó Chávez… y el lunes les cayó la guardia nacional y la policía, y a palos los desalojaron, tumbaron los rachos y los mandaron a bañarse (no por sucio, creo yo, sino por la expresión “haz lo que te de la gana pero no aquí”).

Gritaron y patalearon, gimieron que cómo les hacían eso a ellos que estaban por el sí. En medio de las risas (me ahogué de tanto reír), vi a mujeres que lloraban que ellas habían dado todo por Chávez y así les pagaban, qué para dónde iba a irse con la muchachera, sobretodo una, joven pero obesa, con cuatro niños de los cuales dos estaban enfermos (sólo faltaba un marido en sillas de ruedas y una abuela ciega). Me avergüenza decirlo, pero mientras más la escuchaba más me reía, porque usaba un tono de reproche como diciendo “Chávez ¿cómo me haces esto a mí que te quiero tanto?”, exactamente lo que dice la mujer golpeada regularmente por el marido, a quien le aguanta todo, cuando descubre que este tiene a otra a la que trata como una reina.

Fuera del momento jocoso, hay que decir que cada halamecate tiene que sufrir un rato (estos ya llevan diez años en eso, pero como les gusta que se burlen de ellos, Chávez se los hace: sarna con gusto no pica), pero también me hizo reflexionar sobre el poco sentido común de tanta gente. Esa señora, por ejemplo, ¿qué espera de una gente que lleva diez años haciendo exactamente lo que hace? ¿De verdad creyó que, ahora sí, se iban a poner a trabajar para resolverle los problemas… ellos que hacen lo que sea para no hacer nada? ¿De verdad cree algo de lo que sale por la boca de Hugo Chávez (olvidé anotar su nombre, estoy vendiendo tierras con petróleo, baratas, a lo mejor se interesa)? Bueno, qué le queda si no es sufrir y padecer; y no es culpa de nadie, lamentablemente el sentido común no se vende en botellitas, y nadie aprende en cabeza ajena. Tener ojos y oídos sirve, en muchos casos, de muy poco si no se conectan al cerebro.

Esto vino a confirmar un comentario generalizado entre los conocidos, algo que yo pensé pero no pensaba decirlo en voz alta, justo cuando Tibisay Lucena hacía su anuncio desde el CNE; varios me lo han repetido después: yo no estoy pasando hambre y tengo un techo sobre mi cabeza, por algo trabajo hace casi veinte años ya, otros están peor… ¡qué se jodan!, bastante han hecho para que así sea. Espero que el día de mañana esa señora, y los otros que fueron sacados a palos, no vaya a pensar que ella personalmente, no tiene culpas o responsabilidades en nada de lo que les ocurrió y ocurra a sus niños en el futuro, que recuerde bien lo qué hizo. Pero seguramente lo olvidará, las culpas siempre son de los demás, sobretodo cuando se tiene menos sesos que un conejo.

Julio César.

OSBTINANDO A TODOS

Sí, la quería… fue mi primer amor.

De mis correrías de niño con mi señor padre, acompañados de mi hermano Miguel, lo que recuerdo en cuestiones musicales, fuera del gusto de mi papá por la guitarra que jamás aprendió a tocar aunque él parece creer que sí, son las rocolas. A mis siete años me encantaban esas tascas y botiquines donde las había. Y todo tugurio que se respetara, debía tenerla. No piensen mal de mi papá, únicamente le gustaba tomar, mirar carreras de caballo o juegos de béisbol y gritarse tonterías con los compañeros de trabajo. Yo me divertía comiendo papitas, tomando refrescos y oyendo la música que me gustaba (como todo niño en esos lugares, me dejaban hacer lo que me diera la gana para que no molestara). A Miguel le encantaba comer que si parrillas y cosas así, yo me divertía tan sólo con la rocola.

Llegando le pedía dinero a papá, y eso era canción tras canción… con sólo dos o tres tonadas. Las repetía una y otra vez, hasta el cansancio, rayando en el fastidio, hasta que alguien, generalmente mi papá, me gritaba que dejara esa vaina en paz. Las tres que eran mis preferidas, y que aún me gustan, son: La Hija de Nadie, canción de botiquín por excelencia. Su dramatismo, su condena, su rabia y dolor me llegaban. La otra era (de nombre extraño) Luces de Nueva York, y esa voz poco armoniosa, así me lo parecía, exhalaba un resentimiento, un rencor nacido de la frustración que me encantaba; aquello de “vuelve al cabaret, cabaretera, vuelve a ser lo que antes eras en aquel triste burdel”, ¿acaso no suena a poesía?

Por último, esta canción, otro reclamo, otra denuncia. Otra rabia. En esa época, claro, no hacía relación entre un cantante tal, su voz y el resultado auditivo, ahora lo sé. Esta hermosa tonada, cuyo titulo no daré, es de Vitín Avilés… y no, no es aquello de “solo rodando por la vida”; esta es otra. Como saben, porque lo he dicho, no soy bueno con la tecnológica, tengo una amiga, Marga, quien acaba de iniciar su espacio y ya colgó videos. ¡Maravilla! Por mi parte sé (aprendí ahora; de hecho fue ella quien me enseñó a hacerlo) enviar cosas por correo como un pequeño archivo. Si alguien quiere saber qué canción de botiquín era mi tercera preferida, que escriba con su correo y la pida.

Aclaro, no deseo comentarios en el blog, más bien me avergüenza un poco tener que responder (excepto cuando me critican, entonces me da tibiera), tampoco deseo conocer gente, aunque es agradable de tarde en tarde, Marga fue un maravilloso encuentro, también Arquímedes y Galca, dos que siempre he lamentado no continuaran con sus espacios; pero en verdad, no busco amistades nuevas. Sonará extraño, tal vez exagerado u odioso, pero ya tengo muchas amistades. Demasiadas. No deseo saludos, comentarios sobre el clima, preguntas sobre mi salud ni nada de eso. Un simple: “envíame la canción para ver”, y ya. ¿Qué por qué lo hago así? Soy maniático obsesivo, cuando algo me gusta me siento obligado a compartirlo, eso me pasó con Brokeback Mountain, me gustó tanto que ‘debí’ decírselo a todo el mundo. Pero también porque no sé acomodar el espacio para videos o sonido; y por otro lado… bueno, eso lo sabrán después. Todo tiene un propósito en esta vida, la cosa es saber encontrarlo.

Seguramente ya conocen la canción (¡tienen que conocerla!), pero siempre es grato oírla. Aunque admito, que la fulana melodía tiene una versión mejor (la de Andy Montañez). Pero todas son buenas. Ah, y es música de cuando tenía siete años, ¿eh?, no es changa ni salsa erótica, nada nuevo o moderno. ¡Es música vieja, ¿okay?!

Julio César.